lunes, 15 de septiembre de 2014

6º capitulo

      Como todas las Navidades, las familias comen torta, se visitan, se dan regalos, están juntos, no discuten, vamos, lo típico en Navidad. 
       Pasaron las vacaciones juntos pero no revueltos, después de todo fue casi un mes en el cual diariamente se estaban viendo. 
      Para Daniela  no podía ser nada real, ¿cómo en menos de 3 meses tu vida puede cambiar tanto? Esto es cosa de un maravilloso sueño. No había peleas, sus padres no iban a buscarla, todo era extraño. 
      En casa de Lidia era ya una más, daba las gracias por como la estaban tratando. Pensaba en sus padres, Gloria y Eduardo, sabía que no podía perdonarlos, sabía que estaba haciendo lo que ella pensaba que era correcto.
       Gloria se refugiaba en su marido, pensaba que su hija volvería pidiendo perdón y suplicándole que la vuelva a querer en su casa. Tenía todo planeado. Mientras tanto, el pobre Eduardo buscaba la manera de ver a su hija sin que ella supiera que ya sabía donde encontrarla. Todo dependía de las circunstancias y, de ella.
       Esa llamada lo dejó mal, no había llamado para desearle un feliz año, no para decirle que estaba bien. Pronto iría a verla, Carlos lo acompañaría. 
       Las palabras retumbaban sin cesar, hacía  más de una semana de la llamada y no pensaba contestar no dar señales hasta que fuera el momento de partir. 
        Hora de ir a trabajar, más ilusionada no podía estar, esa tarde iba a invitar a Judtih y Sofía al pub. 
             -nada de risas con segundas, os lo pido. Me moriría de la vergüenza y, más si está Lorena, ya os e contado de ella. Insufrible. ~ Daniela llevaba todo el camino dando la charla para que las chicas no movieran mal la pieza del rompecabezas. 
              Sofía y Judith ya habían hablado, y sabían que Daniela se estaba enamorando, no hacia falta conocerla mucho para ver su expresión. 
            Antes de llegar ellas, en el pub, estaba teniendo lugar una conversación un tanto "privada".
          - Hace días no vienes a mi casa, ya no quieres que esté en tu casa. ~ Lorena y sus intentos de coqueteo. Pensaba Christian en su interior. 
          - No es el momento, no quiero hacerte daño, sabes que  te quiero como una buena amiga, nada más. 
           -Claro, y todo eso tiene que ver con la llegada de la becaria ¿verdad?
          - no digas sandeces, pueden escucharte y pensar cosas que no vienen al caso.
          - no digo tonterías Christian, digo la verdad, te molesta Por que sabes que no quieres que se enteren, y me molesta, pero no pienso mendigarte un poco de cariño, ya vendrás por tu propio pie. -Lorena enfadada, que extraño de entender. Christian no la tomaba enserio, total, siempre se enfadaba y al rato se olvidaba.
          Lorena se fue de la habitación como el viento en plena glaciación, Christian se quedó sólo en la habitación, pensando. 
     Hora de las chicas, Daniela estaba encantada que estuvieran allí sus amigas, temía que dijeran algo fuera de tono pero confiaba en ellas. O eso quería creer.
      La tarde fue lo más tranquila, que bonita es la amistad cuando se disfruta de ella, la magia es, el amor. Y esque el mar tiene muchos variantes, entre ellos, el más hermoso, la amistad. Cuando hay amistad de la buena, aunque sea en menos de 1 día ya sabes que será para toda la vida. Encontrar una amistad así no es imposible, si no poco probable. El ojo del ser humano suele tender a prejuzgar y no dejar ver en realidad la verdad.
       Todo volvería a la normalidad, la rutina, el trabajo, las clases. Las bocinas seguirían tocando avisando que la Navidad ya se había ido y que ahora toca  volver a madrugar. En la vida de Christian, la normalidad no era normal, parecía un niño con un juguete nuevo, pero la sensación no era la misma. Esa sensación era parecida a una felicidad tonta, a unos polvos pica pica que explotaban en tu boca y te dejaban esa sensación de explosión. No tenía explicación para lo que le pasaba, en su interior no quería aceptar la realidad, pensaba que no se merecía querer a nadie, después de todo, había fallado y huido, ¿porqué iba a ser diferente esta vez? No era el mismo caso en realidad, mal ejemplo sinceramente , pero el contenido no cambiaba. Para la vida de Daniella todo había sido un sube y baja sin parar, tantas cosas en tan poco tiempo. Estaba empezando a perdonar, o a olvidar... Empezaba el año con energía, con ganas de comerse el mundo. ¿Quién no ha pensado eso? Todo los años lo mismo y no cambia nada en realidad, pero para ella, si. Sabía que estaba feliz, que por una vez se sentía cómoda con lo que hacía y con quien era. Podría decirse que el cielo le ha devuelto un favor. No quería pensar en nada para no admitirlo. El típico miedo del amor, ahora es cuando todo empieza a ponerse interesante. Ese miedo no se puede describir, se tiene que vivir. Tener la sensación de estar bajando un precipicio a mil por hora sin frenos ni marcha atrás, sabiendo que en realidad vas subiendo ese precipicio a bocajarro. 
           - ¿qué tal las clases? - no había día que Christian no le preguntara a Daniella por sus clases. Daniella no lo decía pero le encantaba su trato. Hacia qué olvidara que faltaba poco para el cumpleaños de su padre. 
            - como siempre, con ganas de terminar.  Tengo ganas de empezar las clases de artes escénicas. 
          -¿al final te vas a apuntar?, ¿tendrás tiempo? Ya queda poco para selectividad y los exámenes finales.
          - lo sé. No te preocupes, todo controlado. ¡No hagas que me desanime! Mala persona... - decía Daniella haciendo falsos pucheros. Christian le encanta que se hiciera la buena. 
          - está bien, tienes mi mayor apoyo. Si están lejos te puedo llevar. - decía Christian mientras se acercaba a la barra donde estaba Daniella para dale un cálido y suave beso. 
         - me parece una idea fantástica.- 
     En ese momento sonaba la canción favorita de Daniella " the reason is you". Decidió en ese momento llamar a sus besos así pero prefirió no decir nada. Había que mostrar lo justo y necesario, no vaya a ser que acabe dándose cuenta Christian de sus verdaderos sentimientos. 
   Pequeños ilusos, no saben que se están enamorando a la par. No puede ser más ciego quien no quiere ver. No saben hablar a pesar de todo. Ambos no se dan cuenta que las palabras no dichas, esos besos, dicen más que si se dijeran que sienten algo. No entiendo como nuestros protagonistas no hablan. ¿Tan difícil es hablar de sentimientos?...
             - ¿te acercas hoy a mi casa? Podemos ver una película si quieres. ~ todo el tiempo que Christian tenía libre, quería pasarlo con ella.
             - tengo que estudiar, si puedes mañana por la noche. Yo llevo palomitas.~ dijo Daniella levantando su pequeño brazo dando énfasis en las palomitas. 
            
    
        

domingo, 29 de junio de 2014

5° Capítulo

     Pasadas las navidades, solo quedaba año nuevo, y Daniela estaba triste, eran las primeras navidades sin su familia, a la vez estaba contenta, Christian la apoyaba y ella sabia lo mal que lo había pasado y quería que fuera un año nuevo lleno de alegrías y sorpresas.
     Christian fue con Mario a comprar la comida, iban a comer los cuatro juntos, habían planeado que al día siguiente se tomarían las uvas en conjunto y luego irían a disfrutar de la noche. Solo un día y sería año nuevo. Chris pensaba que esa era su oportunidad para cambiar todo lo malo, año nuevo vida nueva, y él estaba optimista.
      Chris estaba melancólico, otras navidades pasan, y lejos de su familia, él esperaba enfrentar a su pasado tarde o temprano pero por el momento todo estaba bien. Tenía la esperanza de pasar un año nuevo con grandes sorpresas.
          - ¿Compramos pavo o pollo?~ Mario sacó a Christian de su burbuja interna.
          - pavo ¿no? ~ dijo un poco dudoso.
          - ¿Ocurre algo? ¿Todo bien?
          - no, nada, supongo que es la navidad ¿no?~ dijo entre pequeñas risotadas.
          - eso me ocurre a mi también, la navidad es un poco deprimente al recordar la infancia, los no presentes, hay que pensar en el hoy porque si no...
      Mario tenía razón, y Chris tomó su palabra al pie de la letra, había que disfrutar el ahora, el pasado está escrito y releído, el futuro está borroso y sin escribir a tinta.
       Mientras ellos hablaban, Susana y Daniela conversaban en la sala del hotel tomándose un chocolate caliente.
                - tengo que contarte una  cosa, y no puedes contárselo a nadie.
         Daniela confiaba en Susana y en ese sitio, era la única persona con la que podía charlar.
               - Cuéntame, ¿Ha pasado algo? No contaré nada, te lo prometo.
                - verás, creo que tenías razón cuando me dijiste que entre Christian y yo había algo. El otro día nos besamos y... fue como nunca había pensado que sería. No fue buscado, ni esperado, pero fue algo tan especial, tal nuestro, pero...
                - ¿Pero qué? Me acabas de contar que os habéis besado, él te gusta, por lo que intuyo y veo, él está bastante interesado en ti. No hay peros. Recuerda que el amor llama a tu puerta sin avisar y puede ser en cualquier momento.
                 - lo sé, la cuestión del asunto es que él y yo no somos nada, solo amigos, amigos que pueden besarse cuando quiera. Sabemos que nos gustamos, que hay sentimientos, pero hay miedo, por ambas partes, miedo a enamorarse y sufrir, y perder. Eso me está matando, sé que es difícil, pero lo que vale la pena no es fácil ¿no?
                - tienes razón, sigue adelante, y su es difícil a luchar, piensa de éste modo, si te enamoras puedes ganar un amor de por vida, de esos que dejan huella y ganar una vida a su lado. Tomate tu tiempo, él deberá tomar también el suyo y a la larga verás que tengo razón.